En los años sesenta y setenta, no fue el calentón güebal, sino la edad del hielo. Luego, apareció en escena el agujero de ozono y otro malo maloso de la penosa y abyecta peli, los CFC, Clorofluorocarburos. Eugenésico Club de Roma y Maurice Strong, pues, a él se le atribuye el patético eslogan de "cambio climático". Agenda verde mundial basada en la fantasía, la misantropía y el embuste deliberado. Religión atroz, culto demoníaco, mixtura de fantasía y fetiche. Sus mercachifles se inspiraron en la fantasía y vieron en la despótica tecno-ciencia un dictatorial instrumento de control y “persuasión” que podría entregar a las élite una sociedad futura que otorgara un poder ilimitado a los “amos del mundo. Tiranía global. Calentón güebal, falsario, muy falsario pretexto.
Poder: mentira y miedo, miedo y mentira
Poder: he ahí la clave. Poder, nuclearmente, mentira y miedo. Mucho miedo. Aterrorizar poblaciones. Mediante "invisibles": el risible e inexistente bichito-19, reciente y palmario ejemplo. Además de sus "invisibles", otros excusas, extremadamente remotas, imposibles/improbables de verificar. O ambas cosas. De esa manera, la inmensa mayoría de la peña no tiene forma humana de observar y escrutar y corroborar por sí misma la veracidad de estas afirmaciones - sobre la existencia de virus “peligrosos” o la sobre la nocividad (falsa) del CO2 - que presagian supuestas catástrofes, devastadoras amenazas, exigiendo en el ínterin liberticidas medida para paliar tales y nulas "emergencias"
En lugar de ello, al no poder comprobar los hechos que dicen acontecer, la mayoría del populacho confía en que los activistas, los mass mierda, los políticos y los expertuzos para que les digan la verdad. Expertuzos, por otra parte, que tienen un gran interés financiero y/o político en el tema, ansiosos por engañar para obtener más ‘dinero y poder para el calentamiento global’, con “prácticas que van desde malas prácticas profesionales a “ciencia” abierta e indisimuladamente fraudulenta, abundando en una anticiencia de prejuicios, manipulación de datos, evasión de solicitudes de libertad de información y esfuerzos para subvertir el proceso de revisión por pares.
El benemérito CO2 como emisión perjudicial que acaba con el mundo es un tema casi perfecto para inventar y propagar una historia apocalíptica y este hecho no ha pasado inadvertido para quienes se inclinan por vender invenciones sin fundamento. Todo son ridículas y jamás comprobadas especulaciones, puras y vacuas pajas mentales basadas en la hipótesis de que el dióxido de carbono controla la temperatura, algo que deviene completa y rotundamente falso ( de ser, sería al contrario: la temperatura modificaría el CO2). Y lo que es más importante, la mayoría de estas afirmaciones son predicciones sobre cosas que no han sucedido hasta la fecha y puede nunca sucederán.
No hay emergencia climática, no hay motivo alguno de pánico y alarma
Recordemos, otra vez. No hay emergencia climática, no hay motivo alguno de pánico y alarma, no hay evidencia estadística de que el calentamiento global esté intensificando huracanes, inundaciones, sequías y cosas similares, o haciéndolos más frecuentes. Otra cosa es que se esté provocando todo ello mediante geoingeniería.
En fin.